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El sol en los pies

El poder de un tomate

El cielo se rompe.

Lo cortan los relámpagos. Como en las películas. Como en los cómics.

Al principio dudo si no serán réplicas de los fuegos artificiales que ayer lo iluminaban.

Abro la ventana y huele a tierra mojada. A las tormentas de verano en el pueblo. En medio del campo.

Pero estoy en Madrid. En pleno centro.

De pronto miro hacia abajo y lo veo allí. Pequeño. Todavía dudando si seguir creciendo recto o inclinarse hacia algún lado.

Es tan sólo una planta de tomate. Pero ha traido a mi balcón el recuerdo otra lluvia, de otra parte. En pleno Madrid.

1 comentario

Elena -

me encantan esos detalles mágicos que esconde esta ciudad tan asquerosa a veces, por eso adoro madrid!!
gracias por compartirlo :)